Un cerebro integrado es un cerebro que funciona como un todo, en lugar de como partes separadas. En un cerebro integrado, los hemisferios cerebrales se coordinan y equilibran, lo que permite que trabajen juntos de manera óptima.

La integración del cerebro puede tener muchos beneficios, como: Mejor toma de decisiones, Mayor control del cuerpo y las emociones, Mayor empatía, Mejor capacidad de resolución de conflictos.
Las Técnicas de Integración Cerebral (TIC) son técnicas que buscan corregir la neurofisiología alterada para que los hemisferios cerebrales trabajen de manera conjunta.
Las emociones negativas, el estrés y el trauma pueden generar desequilibrios en la sincronía entre los hemisferios cerebrales.